Fantástica finca rústica en un lugar aislado entre Manacor y Colònia de Sant Pere

¿Oasis residencial? ¿Propiedad de inversión? ¿O ambas cosas? Estas son las preguntas que puede hacerse el futuro propietario de esta finca. La magnífica propiedad está situada en un lugar de ensueño y aislado, en una parcela de casi 20 hectáreas entre Manacor y la Colonia de Sant Pere. Consta de una gran casa principal de dos plantas, una casa residencial de una sola planta con más habitaciones en el sótano, ambas con piscina propia, pista de tenis o pista polideportiva, establos, cobertizos, cocheras y otras zonas exteriores.

La casa principal tiene un total de 7 dormitorios, 7 baños, una cocina con cocina al aire libre, un gran salón / comedor con chimenea, un lavadero, trasteros, así como una cochera y una zona de estar cubierta junto a la piscina. Hay calefacción central en toda la casa, y todos los dormitorios y el salón también tienen aire acondicionado. Una gran piscina climatizada de agua salada, amplias terrazas y varias zonas de barbacoa y horno invitan a pasar mucho tiempo al aire libre.

La residencia, un poco más pequeña, consta de 3 dormitorios, 3 baños, una cocina, un salón/comedor, una gran terraza cubierta y un lavadero. Piscina y zona de barbacoa hacen que la vida de finca mallorquina sea perfecta aquí también.

En los extensos terrenos hay una gran variedad de olivos e higueras, diversos árboles frutales y plantas herbáceas, hay espacio suficiente para un huerto y el cultivo de plantas forrajeras, y si se está interesado, también se pueden llevar animales como burros, ovejas o cabras.

Aquellos que quieran hacer realidad su sueño de tener una finca en un lugar tranquilo y aislado, deberían echar un vistazo a esta finca. Quienes busquen una interesante inversión inmobiliaria también encontrarán aquí lo que buscan. El propietario actual no vive en la finca, pero ha alquilado la casa residencial más pequeña a largo plazo y comercializa activamente la casa principal en alquileres vacacionales. Su éxito se refleja en el hecho de que la casa principal suele estar totalmente reservada con muchas semanas y meses de antelación. Ya se trate de un oasis residencial o de una propiedad de inversión, o de ambas cosas, esta consideración queda en manos del futuro propietario.